En 2024, Chile registró una tasa de suicidio de 10,3 por cada 100.000 habitantes, lo que equivale a aproximadamente 2.100 muertes por suicidio durante ese año. Esta cifra representa un aumento respecto a años anteriores, consolidándose como una de las principales preocupaciones en salud pública del país.
En comparación con otros países, Chile presenta una tasa de suicidio superior al promedio mundial, que es de aproximadamente 9,0 por cada 100.000 habitantes. A nivel regional, países como Uruguay tienen tasas aún más altas, mientras que Argentina presenta cifras similares a las de Chile.
Una de las características más alarmantes de esta problemática en Chile es la disparidad de género: los hombres presentan una tasa de suicidio de 17,3 por cada 100.000 habitantes, mientras que las mujeres tienen una tasa de 3,3 por cada 100.000 habitantes. Este patrón de mayor incidencia en hombres es consistente con tendencias observadas en otras regiones del mundo.
Además, la edad promedio de las personas que mueren por suicidio en Chile es de 43 años, lo que indica que muchas de estas muertes ocurren en personas en plena etapa productiva de la vida.
Ante esta situación, el Ministerio de Salud ha implementado diversas estrategias para prevenir el suicidio, incluyendo campañas de sensibilización, formación de profesionales de la salud, y la implementación de líneas de apoyo como el número 4141, destinado a brindar asistencia psicológica a personas en riesgo.
Es fundamental continuar con estos esfuerzos y fomentar una cultura de apoyo y comprensión en torno a la salud mental, para reducir estas alarmantes cifras y brindar ayuda a quienes más lo necesitan.
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