En distintas regiones de Chile, especialmente en el sur, se ha ido consolidando una receta simple pero llena de identidad: el salmón con cebolla, harto jugo de limón, un toque de perejil y, en algunos hogares, un buen diente de ajo para realzar su sabor.
Aunque muchos lo consideran una preparación moderna, esta receta tiene raíces populares y familiares, especialmente en zonas salmoneras como Puerto Montt, Chiloé y Aysén, donde el pescado fresco abunda y se valora cada parte del producto.
🥄 La preparación es directa y poderosa: el salmón se corta en cubos o láminas, se marina con abundante jugo de limón 🍋, se le agrega cebolla morada en pluma, perejil fresco picado 🌿, sal, pimienta y en varias versiones, un toque de ajo machacado 🧄 para darle profundidad. Se puede servir como entrada, acompañamiento o incluso como plato principal, bien frío y reposado.
“Mi abuela lo hacía con mucho ajo, harto limón y lo dejaba marinando desde la mañana. Era casi una ceremonia”, cuenta doña Ester Morales, vecina de Puerto Varas, recordando la tradición con nostalgia y orgullo.
El plato, que recuerda a preparaciones como el ceviche peruano, tiene su propia identidad chilena, destacando el uso de ingredientes simples pero intensos, y sobre todo, el valor del producto nacional: el salmón chileno, que es uno de los más exportados del mundo 🌍.
💬 Hoy, esta preparación es parte de reuniones familiares, celebraciones veraniegas, picoteos y hasta menús de restoranes que rescatan la cocina local. “Es fresco, sabroso y chileno hasta el hueso”, aseguran quienes lo han convertido en una tradición.

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